Llevaba mucho tiempo sin entrar al blog. La cuarentena y un mensaje de un lector me trajeron de regreso. Gracias a Dios, el trabajo docente se sostiene (y me hace muy feliz.) También estoy cumpliendo un viejo sueño, estudiar Letras. Lo hago en el Consudec.
Pasaba por allí una tarde de abril de 2018 (fue de casualidad, acababa de retirar un libro comprado por Mercado Libre) y se me ocurrió entrar. Me recibió Belén Landa, jefa de la carrera y un rato después estaba en el aula de primer año, en una interesante clase de Teoría Literaria.
En 2018, entre materias cursadas y seis materias reconocidas (había hecho el Profesorado en Docencia Superior en la UTN y la Licenciatura en Educación Religiosa en FASTA) terminé el año con doce materias aprobadas.
En 2019 bajé la marcha: aprobé -disfrutándolas- Literatura Italiana, Literatura Francesa y Pedagogía.
Ahora estoy cursando otras tres: Lengua Castellana II, Didáctica I y Literatura argentina e hispanoamericana I. Voy llevando las materias a un ritmo tranquilo, es una experiencia nueva "estudiar por el placer de estudiar".
También me ayuda en mi trabajo diario el estar de los dos lados del mostrador.
Ahora estoy cursando otras tres: Lengua Castellana II, Didáctica I y Literatura argentina e hispanoamericana I. Voy llevando las materias a un ritmo tranquilo, es una experiencia nueva "estudiar por el placer de estudiar".
También me ayuda en mi trabajo diario el estar de los dos lados del mostrador.
Y ya que hablamos de estudio, en 2019 salió la 2da edición de "Estudiando para ganar" y la 3era de "Saberse amado, saberse capaz".
Ahora estoy trabajando en una nueva edición de "El verano de la golondrina." y dando clases -por Meet, Classroom y muchos otros recursos- hasta que volvamos a la normalidad.
